50 años del "boom" de la literatura latinoamericana - El País - 03/11/2012



La lista que hizo historia - Amelia Castilla http://cultura.elpais.com/cultura/2012/10/31/actualidad/1351696675_845653.html

La literatura que cambió el español - Especial El País
 http://elpais.com/tag/boom_latinoamericano/a/

Miguel Ángel Asturias
Alejo Carpentier

Octavio Paz

Arturo Uslas Pietri
 

Juan Rulfo
   
Jorge Luis Borges
  
 
Juan Carlos Onetti
   

Julio Cortázar

Carlos Fuentes

 

Gabriel García Márquez
  


Mario Vargas Llosa
   
Mario Benedetti
  
 
 

Alfredo Bryce Echenique
   

José Donoso

Augusto Monterroso
  
 
Augusto Roa Bastos

José Lezama

Manuel Puig

Arturo Azuela












Curso 1971-1972, 6º de Bachillerato, Colegio Luther King. Vivíamos en Santa Cruz y mis padres decidieron mudarse a La Laguna. Yo estaba harto del colegio religioso San Ildefonso de los Hermanos de La Salle y quería terminar mi bachillerato en un Instituto público de Enseñanza Media. Pero mi padre se quedó impresionado con las magníficas instalaciones de un colegio nuevo, a estrenar, en las afueras de La Laguna, en la zona de Las Gavias. Amplias canchas deportivas, aulas modernas, laboratorios de prácticas, medios audiovisuales, enseñanza mixta y vanguardista, directivos y profesorado joven y entusiasta, etc. Y además llevaba el nombre del gran lider negro norteamericano, que había tenido un sueño de un país en que los seres humanos fueran libres, independientemente de su raza y color.

La profesora de literatura, Srta. Loli (no recuerdo sus apellidos), con la que asistí, junto a otros compañeros, a la representación en el Teatro Guimerá de una espléndida Yerma de García Lorca, interpretada por Nuria Espert, nos pidió que realizáramos un trabajo de curso individual sobre algún escritor de los que se dieran en el programa de la asignatura, que obligatoriamente incluía la lectura de algunas de sus obras.

Recuerdo que en el libro de texto por el que seguíamos la asignatura, se incluía un tema sobre la literatura latinoamericana y por aquel entonces, mi padre, que aunque sin estudios superiores, era un hombre culto y gran lector, del que heredé una espléndida biblioteca de obras clásicas, poesía y novelas contemporáneas, había comprado al Círculo de Lectores, una novela de un escritor sudamericano llamado Mario Vargas Llosa, La casa verde. Asocié este nombre a la relación de escritores hispanoamericanos, que aparecían en el libro de texto de Literatura y decidí escogerlo para mi trabajo. Conseguí un ensayo sobre la obra de este escritor (Mario Vargas Llosa. La invención de una realidad, de José Miguel Oviedo, Barral Editores, 1970) y me enfrasqué en la lectura no sólo del libro que compró mi padre, sino de las otras obras que había escrito Vargas Llosa hasta el momento, La ciudad y los perros, Los jefes, Los cachorros y Conversación en la catedral. Y así hasta hoy, he leído casi toda su obra novelística y algunos de sus ensayos y, aunque no comulgo con su ideología política,  es mi escritor emblemático, como ya escribí en este blog cuando su visita a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria por su Doctorado Honoris Causa. Pero además, fue el escritor con el que descubrí, diez años después de su estallido, ese llamado "boom" de la literatura latinoamericana.

Al curso siguiente, 1972-1973, otro estupendo profesor, además de escritor, Daniel Duque, a todos sus alumnos del C.O.U. nos hizo introducirnos en ese complejo y mágico mundo de Macondo y los Buendía, en la soberbia obra de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, la cual también adqurí a través del Circulo de Lectores (que casualmente también está cumpliendo 50 años). Una experiencia realmente iniciática y renovadora para un adolescente de 16 años de esa época, que me hizo además seguir a "Gabo" posteriormente en muchas de las obras que ha escrito, incluido un pequeño y delicioso libro de bolsillo, recopilatorio de sus crónicas periodísticas de los años cincuenta del pasado siglo, publicado en 1975 y que tan sólo su título me parece de lo más significatico y sugestivo, Cuando era feliz e indocumentado.

Estos dos escritores, me incitaron también a leer algo de Alejo Carpentier, Juan Rulfo, Miguel Ángel Asturias, Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, Mario Benedetti y otros autores latinoamericanos (Arturo Azuela, Manuel Puig), que reflejaban la cruda realidad de esos territorios, aplastados bajo sanguinarias dictaduras militares, pero que a la vez elevaban sus textos al universo literario. 

Era una época en que, al menos en Canarias y sin salir aún de nuestra propia dictadura, la literatura y la música sudamericana estaban muy presentes. Una época reivindicativa en que, a pesar de los estudios, no se cómo, pero tenía tiempo, para leer un montón, ir al cine y no perderme ningún estreno ni las películas de culto que ponían en el paraninfo de la Universidad y por supuesto, escuchar mucha música, además de divertirme. Bueno, realmente sí lo se, sólo tenía la obligación de estudiar, pues de todo lo demás se encargaban mis padres. No se si algún día volveré a leer algunas de estas obras. Con la edad y las responsabilidades adquiridas, vengo sufriendo un progresivo proceso de rebenquización.

En cualquier caso, hago mío en este relato personal, el cincuentenario de este "boom" literario, que modestamente está presente en mi biblioteca, formando parte de unas estanterías propias dedicadas a este género.

Mercedes Sosa - Si se calla el cantor


Comentarios

  1. ¡Caramba don Antonio! ¡Caramba!
    Enhorabuena.

    Hoy se ha "salido" usted con el “ramillete latinoamericano”. Casi nada "Los nuestros". Siempre suele ser más interesante leer los autores, que lo que otros dicen de los mismos. Ocurre sin embargo, que para leer a todos estos "monstruos", definitivamente deberíamos renunciar a rellenar las páginas huecas de "Docentia"... Y sin embargo, seguro, segurísimo, que sería mucho más provechoso para el profesor y para la Universidad, leer que rellenar.

    Por desgracia, creo que hace tiempo que hemos perdido el norte. Y lo peor, es que vamos camino de perder el sur. Leyendo a estos escogidos, aunque solo fuera una pequeña parte de su producción más selecta, sería una buena forma de recuperar la senda del sentido común "meridional", que han aplastado una y otra vez las dictaduras populistas de ambas aceras. Porque en el Sur parece imposible transitar por el centro de la calle, porque te atropellan.

    Nos sodomiza el sueldo que nos rebenquiza. Para nada resulta gratis ni voluntario el proceso de "rebenquización". En absoluto. Todo lo contrario, resulta carísimo para el pensamiento individual y para la sociedad que lo finacia.

    Mañana seguimos… llenando la estéril e inútil Docentia. Entristece advertir que peso a ello, el proceso anima y entusiasma, hasta solicitarlo con pasión voluntaria. Lástima, … porque nos quedamos con las ganas de escuchar la opinión de García Calvo. Cómo me hubiese gustado preguntarle en el Ateneo qué pensaba de todo esto. Ahora ya debo esperar a encontrármelo paseando con Sócrates en El Cielo. No falta tanto.

    P.D.- También recuerdo esa representación de Yerma… Fui a verla con Chely… Entonces “éramos novios”. Volvería a verla otra vez, con Chely, por supuesto... Gracias a la vida, que me ha dado “eso”...
    Siempre soberbia, doña Mercedes.

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    1. Gracias Pedro. Pues si, espero llegar con salud a un tiempo mejor para releer a alguno de estos o al menos para leer todos los que están haciendo cola desde hace tiempo y desrebenquizarme un poco.

      Mientras rellenas Docentia, pon de fondo el bolerazo de Miguel Bosé y Helen de Quiroga. Te va a gustar.

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    2. Antonio, ya te dije "fuera de micrófono" que los había escuchado. Todas las versiones me parecieron buenas y escuchables. Y sí, el bolerazo de don Miguel con Helen, es precioso. Muy cálida la voz de la artista, que elipsa a la del "Jefe". Suele ocurrir... y no solo en el mundo de la canción...
      Abrazos.

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